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POLÍTICA EXTERIOR Y DE DEFENSA. MISIONES DE PAZ (artículo publicado en anuario CARI/ISIAE 2017)

lunes, 21 de junio de 2021

POLÍTICA EXTERIOR Y DE DEFENSA. MISIONES DE PAZ

LA SEGURIDAD INTERNACIONAL EN LOS UMBRALES DEL  SIGLO XXI EN ARGENTINA

EDUARDO CUNDINS Dr. en Relaciones Internacionales

FUENTE : https://www.cari.org.ar/recursos/libros.html 

INTRODUCCIÓN (MARCO CONCEPTUAL)

Para el año 2003 el analista político, periodista e historiador Rosendo Fraga advertía que, para el gobierno argentino de entonces y su agenda, la “Defensa” era un “no tema”. Por supuesto que no se refería al sintagma de “no temer” sino al negacionismo ontológico o la desatención deliberada de esa esfera de responsabilidad indelegable del estado.

Las políticas llevadas a cabo en este espacio no fueron “de defensa” sino “política militar” y se circunscribieron a un renovado escarmiento de los errores del pasado atribuibles a esa entidad militar a través de la perspectiva del Derecho Internacional de los derechos humanos (aunque circunscripta al ámbito local), la minimización de sus costos globales de su mantenimiento, la pertinaz inclusión de una pretendida ideología de género como ariete debilitador del ethos militar (aspecto que no conmovió la axiología del uniformado), la laborización de la alicaída infraestructura industrial que respondía al perfil de “sustitución de importaciones” del siglo pasado, la reculturización “democrática” del prejuzgado soldado y la prevalencia de la perspectiva liberal-cooperativa internacional por sobre la realista de la competitividad y el conflicto. Por laborización debiera entenderse una finalidad contrafáctica por la que los activos de la industria militar argentina se constituyeran en una fortaleza para la solución de la desocupación y de lo que derivaría en una visión de Fuerzas Armadas como empresa proveedora de bienes y de servicios no militares. El caso más evidente lo constituyó la recorrida y vuelta al servicio del RHAI, que materializó una enorme solución político-social con el otorgamiento de puestos de trabajo (remunerados) antes que la solución operativa que asegurara la continuidad de la investigación científica en la Antártida.

A la sombra de la política integral del estado, preocupado en “consolidar poder” ante una debilidad de origen (22% de caudal electoral), en 2003, la zona de influencia de la gestión 2003-2015 extramuros se circunscribió a Sudamérica. La sudamericanización de la agenda internacional se circunscribió a la región con un particular sistema de afinidades en “damero”. [1] Una diplomacia presidencialista y una épica controvertida, exultaban las “epopeyas” de héroes martirizados en procesos revolucionarios que, en todos los casos, respondían a la reivindicación de figuras de actualidad. Se diluían los roles ministeriales y se licuaban las funciones equilibradoras de los poderes del estado.

En el ámbito de la defensa, y sin ánimo de exhaustividad, se rescataron doctrinas tales como la reconversión del sistema de defensa “sin costos implícitos” como fuera la propuesta por Ricardo Runza:[2] “Hacia la modernización del sistema de defensa” o las de defensa defensiva o la no provocativa de Sheetz y otros oportunos seguidores que respaldaron (justificaron) el peligro proceso de desinversión en defensa en un mundo que se volvía cada vez más violento e  inseguro.

Pero esta filosofía de la acción era el resultado de una vertebración sustentada en una lectura tendenciosa y materialista en la cual los pilares del pensamiento occidental quedaban demolidos por constructos utópicos de autores como Laclau (así como Mouffe) [3] que no fue (1935-2014) más que un neomarxista academizado que no resolvió su postulado básico de la lucha y su premisa: “la división del espacio social” (p. 272), tal postulación, como todas, resulta indemostrable debilitando todo el edificio conceptual que sustenta su tesis, toda vez que incorpora el presupuesto democrático que, de suyo, requiere consenso y acuerdo (afectio societatis) para luego dinamitarlo. Sobrevendrá luego una de sus consecuencias, la postverdad que se encargará con la anuencia de la política vernácula de reducir todo el debate a un relato, palabra que queda asociada a la descripción que del discurso, también, propone Laclau cuando afirma que “Lo que se niega no es la existencia, externa al pensamiento, de dichos objetos, sino la afirmación de que ellos puedan constituirse como objetos al margen de toda condición discursiva de emergencia.” (p. 182) En síntesis, es buena la intraviolencia social dejando de existir la violencia ajena al estado. En su libro, la palabra lucha se repite 309 veces, conflicto solo 6 y paz solo 2 (parafraseando a otros autores).

La realidad nos muestra un mundo que se debate en la incertidumbre de una espiral de conflicto cuya expresión más acabada es la violencia, la misma que De la Maisonneuve define en eterna metamorfosis. Con esta interpretación capciosa, bastaba con negar la existencia de amenazas para que éstas no existieran y con ello la inutilidad de la defensa como sistema.

Esta deliberada renuncia del estado en la atención del tema podría constatarse en las asignaciones presupuestarias que también en el área de la seguridad interior llevaron, por caso, a la primera “huelga” de las Fuerzas de Seguridad de octubre de 2012  y su remezón de diciembre de 2013 con las policías provinciales y que justificara la frase presidencial de haber sido “maltratadas”[4] (T 12:12) en oportunidad de la apertura del período de sesiones ordinarias en su discurso a la Asamblea Legislativa por parte del Presidente entrante (Macri, 2016)

ES LA POLÍTICA…

Del latiguillo de James Carville, jefe de campaña de “Bill” Clinton en 1993 que tanto ayudó a echar por tierra los anhelos reeleccionistas de G. Bush “padre” y que fuera tan elocuente como efectiva para lograr la captación de los 370 electores que lo llevaron al salón oval, cabría enfatizar que “es la política…”[5] la que, en su caída libre y en su desapego a la ética, aquella que debe adornar el vestido del estadista y, más aun, a través de una corpor(iz)ación carente de valores trascendentes la que se ha degradado y ha llevado (como dice el embajador Ricardo Lagorio de esta casa) a un proceso de “desweberización” de la ciencia regia, la ciencia de los reyes.

Lo descripto se manifiesta a escala planetaria en el desencanto de las sociedades encorsetadas dentro de sus isobaras políticas (los estados nacionales) y se traduce en elecciones tan inesperadas como la de Trump en EEUU, Macrón en Francia que “rompen” con el patrón tradicional de las sucesiones “administrativas”.

Es la corrupción de Sorin Grindeanu en Rumania, lo fue también la de Park Geun-hye en Corea del Sur acusada y luego removida tras un caso de corrupción masivo y tráfico de influencias así como su homólogo del Norte, Kim Jong-un ( “el indiscutido”),  con la impune muerte de su hermanastro (King Jong Nam) en Kuala Lumpur (con el reaparecido Agente VX neurotóxico, verdadera ADM) y su debilidad por los misiles intercontinentales ( la estabilidad del sudeste asiático no pasa por su mejor momento).

En su versión más vernácula, es la renuncia del ex vicepresidente de Uruguay Raúl Sendic del Frente Amplio de izquierda, acusado de malversación de dineros públicos, o la del de Ecuador Jorge Glas que renuncia a su puesto como primer vicepresidente de Alianza País por el caso Odebrecht. Es la del CUARTO mandato del Sandinista Ortega en Nicaragua denunciado por Sergio Ramírez quien fuera su vicepresidente (1985-1990) y compañero guerrillero en los inicios del FSLN (también por los 70´s) combatientes en la selva Zínica y triunfantes, por la vía armada de otra dinastía igualmente corrupta, la perpetuada por Anastasio Somoza Debayle[6] (formado en West Point) [7] . Hoy con su pareja, como vicepresidente, la antes también guerrillera Rosario Murilla. Las FARC en Colombia y ahora el ELN que de su pasado violento devienen sin solución de continuidad por el atajo (en el que Cuba no fue ajeno) a los escaños de la política.    

Veleidades secesionistas y hasta sediciosas catalanas o la epidemia de corrupción en Sudamérica del “lavajato” y el “todo vale” al que se adecuó la política. Mientras tanto pareciera que las prácticas violentas y sus cultores, aquellos que buscaron el poder por las armas, aquellos que alentados por ideologías postmodernas procuraron la insurgencia, la “lucha” continua de clases Gramsciana y las rebeldías contra la explotación, la sedición como método finalmente han obtenido su rédito. Tal el caso de Liberia, país en eterno colapso en el que su ícono rebelde por excelencia se apronta ahora a alcanzar los atriles del poder. Joseph Duo, el otrora [8] niño soldado de la guerra civil que cobró 250.000 muertes y más de 2 millones de desplazados inició su campaña. Es la seducción de la Rebelión hoy reinterpretada como “polarización”. Saludables disrupciones a los intereses cáusticos disolventes de las ex -izquierdas utópicas o quizás el mismo lema de campaña: “Voten por mí”, sea el que utilice en un próximo futuro, Pedro Antonio Marín Marín, más conocido como «Manuel Marulanda Vélez» y aún mejor conocido como «Tirofijo», el que confesara el 16 de septiembre en su discurso el “Adiós a las armas”…pues ya no serán necesarias. Por ahora?

ES LA VIOLENCIA…

En “el bastión de paz” sudamericano sustentado por la iniciativa UNASUR, la violencia ha sido re-ejercida ya no como un objetivo filantrópico de paz kantiana sino un deliberado proceso de minimización de los proyectos nacionales de sus repúblicas. Un tangencial debilitamiento de sus identidades en un diluido integrador, válido en su finalidad pero no en su objetivo. Con el amparo de los principios dimanados del Foro de San Pablo desde su fundación en 1990 que mucho ha colaborado en la decadencia de la democracia occidental.

Ni Grocio ni Westfalia pueden obrar milagros para el retorno a regímenes que satisfagan las demandas de una ciudadanía hiperconectada e hiperinformada que reclama otras soluciones. El espiral de violencia y sus manifestaciones siguen enseñoreándose ante sociedades que no atinan a dar solución a sus juventudes desilusionadas. Desde los “Indignados” españoles y su “Podemos”, le siguió el “Yes we can” de Obama hace 8 años o el “Sí se puede” vernáculo de 3 o el “que se vayan todos” que abría el milenio.

Fue el triunfo “sorprendente” (aunque no para todos) de Trump contra el establishment de Washington o la elección de “nuestro” Papa Francisco contra el sistema prebendario de  la Curia romana, el surgimiento del joven Macron contra “la tradición” burocrática, fue el triunfo del NO en Colombia!!! Un NO al embriagador y dulce sabor de una paz a toda costa que venía teñida de sangre en 60 años de conflicto interno. Pero es también el peligroso resurgimiento de las extremas derechas europeas en búsqueda de soluciones o los 30.000 extranjeros embelesados por la propuesta de cambio revolucionario del DAESH.

Éste es el período del surgimiento del denominado “Estado Islámico” y la aspiración de territorialidad que subyace en el imaginario musulmán de un hoy desaparecido Imperio Otomano. Pero la interpretación vernácula de su ocurrencia no se dejó esperar. El poder Ejecutivo Nacional, haciendo uso de la palabra en el seno de la Asamblea anual de las Naciones Unidas se refirió a los mentores del pretendido califato “como una puesta en escena” de los poderes centrales y agregando que "Muchas veces hay que entender lo que pasa en cada sociedad, en cada pueblo, y tratar de ver cuáles son los instrumentos más adecuados para combatir en serio el terrorismo.” Cabría, pues, un giro mayor en cantidad y modalidad en la imposición de la violencia con la introducción del concepto de “salvajismo”[9] expresión potenciada que se viera respaldada en el texto de Abu Bakr Naji publicado en el la edición del  29 Set de 2014 con el título “El manejo del Salvajismo” en el Daily Star de Beirut. Se demuestra así la íntima y perturbadora relación entre violencia como causa en la posterior política (desarrollada hasta aquí) pero, asimismo, política como causa de la violencia que generara el desencanto y fuga al recurso de las armas cuando han sido 30.000[10] los jihadistas de origen extranjero que se sumaran a la aventura de territorialidad islámica.

La política se ha degradado y con ella la democracia occidental, que fuera orgullo, se ha ajeado y las torres de asalto que la acosan han devenido en expresiones de una complejidad inimaginable. Otra cara del deterioro ontológico de la política lo constituye la trivialización o frivolización de sus “actores”  que bajo la interpretación de un “escenario sobreiluminado”[11]  Distante a los maestros de la filosofía occidental que los políticos sean sabios.

Por la violencia encarnada en las guerrillas postmodernas como un ciclo del más puro materialismo hegeliano devinieron las aún más torpes contraguerrilas periféricas donde se debatió la prevalencia de Moscú o Washington, la Secretaria de Estado o la Patrick Lumumba en el mundo dividido en Potsdam.[12]

Toda una épica a la resistencia y a la insurgencia se está apoderando del tejido social urbano. Un retroceso al setentismo que debería ocupar (antes que preocupar) a la política actual. Si para defender el presente se recurre a combatir las guerras del pasado no habrá futuro.

La política va a la cárcel, en Cataluña o Sudamérica. Michelle Bachelet, (anterior y actual) presidente chilena, debió sufrir no solo la muerte de su padre a manos de uniformados sino la propia privación de libertad junto a su madre; fue en una guarnición militar, la Villa Grimaldi de nuestros hermanos trasandinos. Los uniformes por cercanos (ella creció en el seno de una familia militar) o por opuestos, dejaron en ella una dramática huella. La “Juana de Arco de la Guerrilla brasileña”, Dilma Rousseff lo fue en Tiradentes (Minas Gerais), sus carceleros, por algo más de dos años, usaban igualmente uniformes.

Evo Morales sufrió cárcel y confinamiento desde su rol sindical al frente de los cocaleros a manos del presidente militar Banzer Suárez y el UMOPAR (la Unidad Móvil de Patrullaje Rural) antinarcóticos, visiblemente de carácter militar. Uruguay no va en saga y el ex presidente Mujica no solo sufrió cárcel sino que fue herido de seis disparos por esta misma genérica “raza” de uniformados que lo redujeron a reclusión por 15 años en muy duras condiciones de vida escapando en cuatro oportunidades de Punta Carretas y acompañado, luego, por su Ministro de Defensa durante su mandato, Eleuterio Fernández Huidobro.

Debe resultar significativamente difícil de superar tamaña predisposición negativa contra quienes arrebatan la libertad y disponen un confinamiento. Cierto romanticismo, muy proclive en el latino-sur-americano, puede llevar a contrariar las propias contradicciones. Así, la paradoja se vuelve sarcasmo cuando estos mismos ciudadanos, devenidos en la actualidad en Comandantes en Jefe de sus subordinados-pre-juzgados-enemigos deben su propia seguridad personal, respeto y honores a la misma fuente que fuera sujeto de tales irreconciliables momentos.

Es una fractura o distanciamiento profundo Bien vale la propuesta de un neologismo que intente describir esta angustia que sufre el “político” sudamericano: Stolisfobia, proviene del griego (stolis uniforme y fobos miedo o aprensión). En el lunfardo habitual: cobani, botón, yuta, milico, vigilante, cana, buchón, poli son todas  denominaciones despectivas igualmente aunadas en el más profundo menosprecio. Son uniforme-portantes. (“El uniforme…no paga…”)

LA POLÍTICA DE DEFENSA (la defensa de la política)

Este distanciamiento llevó al objetivo de la implementación del Control Civil de las Fuerzas Armadas, que derivó en la neta subordinación ya no al poder o idoneidad de la política como depositaria del mandato democrático sino la conculcación de toda posibilidad de opinión o discrepancia en un terreno tan específico complejo y delicado como la defensa. El asesoramiento se redujo a aspectos triviales dada la magnitud de las restricciones presupuestarias. A la frase del Mariscal Foch que la “guerra era algo demasiado importante para ser confiada a los generales…” Tofller et al. (1994) se encargó de aclarar que “ahora es demasiado importante para que se quede en manos de ignorantes, tanto uniformados como de paisano.”

El mismo pasado luctuoso que había ensombrecido a los apellidos protagonistas y a desusados slogans antimperialistas se aggiornaron al eventual “choque” de dos realidades coexistentes: los intercambios de contingentes extranjeros en el país y el fenómeno piquetero de origen norteño sobrevenido en cercanías de la crisis del año 2001.

Por entonces, el saludable intercambio con países de la región y extra regionales que se traducía en ejercicios combinados tanto en el extranjero como en propio territorio comenzaron a languidecer. Oportunidades tales como el  “Dynamic Response” con la OTAN/Unión Europea, el  “Fuerzas Unidas” que vinculaba a toda América desde el año 1995, luego renombrado “OMP Sur” en 2003 y cuyas matrices respondían (ambos iniciando en Argentina) a Operaciones de paz bajo mandato de NNUU, coexistían con otros tales como el “Ceibo” con Uruguay, “Jumping Buoy” con Canadá,” Araucaria” con Chile, “Juana Azurduy” con Bolivia, “Suthern Cross” con Brazil, “New Horizon” con Paraguay, “Cruzex” (OMP), “Eagle”, “Milenium”, etc. Armadas, fuerzas aéreas y terrestres “jugaban” su rol de eterna preparación para la conjura de amenazas.

Es dable de ser destacado cómo la implementación y vivificante participación en misiones de paz generaba ya no solo una oportunidad de actuación protagónica en escenarios internacionales distantes y complejos sino el añadido de circunstancias concomitantes de interacción e intercambio sumamente enriquecedoras. Ejercicios de gabinete y de conducción (sin tropas ni logística empeñada, es decir, más “económicos”), intercambio de profesores afiatados en escenarios y misiones diversas otorgaban un bagaje que ameritaba su compartir en mutuo enriquecimiento con otros actores y viceversa.

Fue esta la circunstancia propiciatoria, un real alineamiento de hechos que precipitaron la que daría en mal-llamarse “Ley de Salida de Tropas”. La concurrencia de efectivos militares de los Estados Unidos a territorio nacional y la inaceptabilidad de una situación no deseada (semejante a las acciones antiglobalización y sus desmanes desencadenados en oportunidad de cumbres, convenciones o reuniones internacionales) requería determinadas salvaguardas y un estatus particular para el tratamiento ocasional de los participantes, este fue el caso de los requisitos solicitados por el departamento de estado de EEUU para el desarrollo de los ejercicios “Cabañas” y que fuera interpretado por todo un arco opositor como una concesión y pérdida de soberanía merced al otorgamiento de facultades  o beneficios discriminatorios a extranjeros. Era claro que la imagen de una fracción de marines entrenando en una marcha a pie y siendo detenidos o agredidos o insultados por una turba piquetera (autóctona) en segundos daría la vuelta al mundo con el consabido costo en el prestigio debido a una fuerza que pretende operar simultáneamente en varios escenarios globales. Ello devino en el dictado de la Ley 25.880 “De INGRESO DE PERSONAL MILITAR EXTRANJERO EN EL TERRITORIO NACIONAL Y/O EGRESO DE FUERZAS NACIONALES” que viera la luz en oportunidad de la salida de los elementos militares para concretar la contribución argentina en la MINUSTAH

Nace así un mecanismo restrictivo e idóneo de la supremacía de la política por sobre la labor militar en tiempo de paz pero con el agregado de connotaciones ideológicas antes que prácticas.

Un aspecto al que “SÍ” se dio trascendencia ha sido la promoción de una agenda de género a partir del concurso de la ONU que, a través de la Resolución 1325/2000 y con el pretexto de mejorar la calidad institucional de las organizaciones armadas, implementó una  verdadera antropología de género. Ello constituyó una iniciativa  personalísima de las responsables sucesivas de las áreas nacionales de derechos humanos instaladas en el seno del “Ministerio de Guerra” (su antigua denominación) que con el rótulo de “empoderamiento” de la mujer y la introducción de “mejoras” estructurales y modernización respondían al mandato tácito del feminismo[13] militante. Otros aspectos que también se ventilaron en el ámbito de la defensa fueron los debates (relativizadores) con impronta académica de roles y reflexión sobre “violencia de género” intrainstitucional, oportunidad seguida (en el terreno de la praxis) para “desarmar” a la totalidad de los cuadros en actividad que debieron entregar, para entonces, bajo guarda sus armas reglamentarias casi como un modo de asentimiento de autoincriminación tácito.

Estas iniciativas feministas concitaron la atención, entre otras, de la presidente del Consejo Nacional de las Mujeres, Mariana Gras, que en una oportunidad agradeció “como argentina y como mujer…las acciones concretas que junto con el Ministerio de Defensa hemos podido hacer en temas de igualdad y perspectiva de género” en las Fuerzas Armadas. Estas iniciativas se inscriben en un marco que el Dr. Benigno Blanco[14] denuncia como sucesivos intentos de introducción de leyes que cambien la antropología filosófica tradicional no solo en el control de la población en la que denomina una “ideología de género” que cuenta con efectivas alianzas en las políticas implementadas por  la ONU, el Banco Mundial, la Unesco, la Unicef, la OMS así como el Fondo de Población (control de la población) de las NNUU que impulsan los cambios de “los roles de género tradicionales para controlar la población del mundo” confirmado en las Cumbre de población de ONU en el Cairo 1994, la de la mujer de Beijín 1995 y fundaciones y ONG´s  (Soros, Mcnamara, Rockefeller, etc.). Otra fuente a consignar sería el NSSM 200, o más conocido como " Informe Kissinger" del 10 de diciembre de 1974. [15]

Huelga asentir que ya estos procesos de inclusión de la mujer a las filas y su tratamiento habían sido iniciados con absoluta naturalidad y sin presiones políticas en razón de un lógico proceso de aggiornamiento de las propias fuerzas que, por caso, en la fuerza terrestre se había iniciado en 1982.

POLÍTICA EXTERIOR Y DEFENSA

Es innegable la real asimilación de una y otra esfera en el quehacer integral del estado. De un mismo modo resultaría imposible escindir Defensa de Fuerzas Armadas tanto como lo sería Relaciones Exteriores de Diplomacia o Salud de Medicina, Seguridad de Fuerzas de Policía y Seguridad; la lista sería extensa. Dimensiones o esferas de actuación y su substractum. Espacios tan intrínsecamente unidos al punto de haber sido considerados como fundibles en una misma cartera como lo fue en la crisis argentina 2001/2002. En efecto, recayó en el ex Canciller José María Vernet el interinato de defensa iniciado tras su juramento el 23 de diciembre de 2001 a las 14:15 en el Salón Blanco hasta su reemplazo por Carlos Ruckauf a las 12:20 del 3 de enero siguiente. No será sino hasta el 8 enero en que el radical Horacio Jaunarena jurara, aceptando así, sucederlo en la función. La Defensa fue hermanastra de la Cancillería por 11 días. El área de interés estatal más abarcativa así como orientadora de fines había asumido, además, el control efectivo de los medios que implementaban su ejercicio. El par ordenado (matemático), la cupla (en sentido físico) o la covalencia (en lenguaje químico) que complementa y perfecciona el pensar con el hacer, en estilo bergsoniano. La adecuada implementación de la racionalidad y la praxis, orientaban la efectividad que la acción demanda.

Un rasgo más que las equipara son su dimensión de interés: “el exterior”. La diplomacia se asume como el sistema conectivo con el “no nosotros”, con lo ajeno, con lo diferente al nosotros. Simultáneamente y por el principio impuesto de aplicación y conjura de amenazas exteriores que impone la Ley de Defensa, la atención de las Fuerzas Armadas es lo externo. Consecuentemente, la función prevalente y la extensión relevante que “atiende” lo externo son, fundamentalmente, las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. Ni siquiera permanece en el seno de los militar la “Inteligencia Exterior”, los ojos de este sistema responden a la cartera de defensa (Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar) que, con escasos medios, debe “atender” las amenazas provenientes del exterior.

Claro está que los contenciosos territoriales, el derecho internacional tipifican roles y especificidades cuya complejidad demanda temperamentos, matrices decisionales y filosofías de implementación tan disímiles como mutuamente complementarias. El mercado de la guerra también se ha desregulado. Nuevas demandas han impuesto mecanismos inesperados y excepcionales en la toma decisiones

La guerra se “civilizó” y como en 2008, el mundo perforó siglos de prevalencia rural por sobre la urbana[16], en consecuencia la guerra se urbanizó: se “corrió” a las ciudades, donde estaba su commodity y su objetivo. Igual que los mercados. Las guerras se han atomizado y en su deslocalización se mudaron a las fuentes de sus recursos: los humanos (a “domicilio”).

La temporalidad minimizada por las redes sociales somete a una Internetización, a una simultaneidad generadora de paradojas inimaginables. Como las 12 horas “y treinta minutos” que diferencian el horario de Silicon Valley con el de Bangalore (India). A ello responde la adopción de un huso horario arbitrario originado del tiempo de procesamiento de las respuestas analógicas indias a los requerimientos digitales de los algoritmos de la revolución informática occidental vigente. Pero lo que subyace en este aplanamiento de la Tierra (Thomas Friedman, 2014) ello apaciguó más efectivamente el eterno conflicto indio pakistaní que diera origen a una de las iniciativas de solución pacífica de controversias interestatales por parte de la sociedad civil -Naciones Unidas- en UNMOGIP en el año 1949.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL. MISIONES DE PAZ

Surge así un espacio sinérgico de interdependencia y labor de estos pares ordenados que deben reconocer su origen en la agudeza y prudencia de Carlos Saavedra Lamas que fuera, justamente, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por el logro de este ordenamiento simbiótico de una “Fuerza” Diplomática en los Foros y una Comisión Militar Neutral en el terreno (pluriestatal). La una debatiendo y conviniendo, preservando el interés de las partes contratantes y la otra monitoreando su implementación y asegurando su acatamiento. Matriz original que fuera luego así aplicada a partir de 1948 por la propia Organización de las Naciones Unidas para “la solución pacífica de las controversias interestatales” y las que

Constituye así una racional canalización (o ingeniería inversa) de retrotraer el protagonismo cobrado por la acción militar en el “Siglo de las Guerras” (Kolko, 2005) que hipertrofió su esfera de actuación al punto de constituir “la única salida” a los contenciosos entre naciones que precipitaron el temprano derrumbe de la que fuera la Sociedad de las Naciones de 1919 con sus postulados wilsonianos. Sin alcanzar un Leviatán hobbiano a escala global era un nuevo paradigma en la función grociana del estado.

En definitiva y en lo que lleva de transitado el Siglo XXI, la labor más afín, trascendente y edificante de las fuerzas militares argentinas fue su destacada actuación en misiones de paz al punto de haber recibido el reconocimiento propio y ajeno de las más altas autoridades nacionales y extranjeras. En una aparición reciente del primer magistrado en oportunidad de la despedida de un contingente militar  a una misión el jefe de estado confesaba: “…he tomado conciencia en estos meses como presidente, viajando por el mundo, del enorme prestigio que ustedes han traído a nuestro país con su trabajo. En Naciones Unidas que hace poco tuve el honor de representar a todos los argentinos lo único que escuché fueron enormes elogios a la labor que Uds. llevan adelante…” para luego finalizar  “Quería decirles gracias en nombre de todos los argentinos por demostrar cuan solidario es el pueblo argentino, y cuan serio y responsable podemos ser cuando nos comprometemos".  La sorpresa provenía del contacto con mandatarios extranjeros que aun reconocen una alta identificación de sus estados con los activos de su factor militar.

Los intentos anteriores de vaciarlas de contenido[17], “nadificarlas” y denostarlas provinieron de una visión ideologizada interesada en vengar un pasado luctuoso con  los prejuicios ya enunciados anteriormente que distanciaron a la política del militar interpretado como un indeseable competidor en una “arena privada”, habían cometido el pecado de cruzar el Rubicón. Fue la sobreactuación trágica de una burbuja cultural insalvable que impregnó todos los pliegues del estado: industrial, social, cultural, económico. Era la justificación de la Nación en Armas de Von Der Goltz, era el militarismo en el que todos los príncipes vestían de guerreros (su contracara pronto devendría en su ocaso).

Las misiones de paz contribuyeron a comprender que desde Westfalia las guerras habían sido “simples”: estado contra estado, ejércitos contra ejércitos; pero la mutación cuasi biológica del conflicto las llevó a mutar presentando una complejidad irreconciliable con la arquitectura para los que habían sido concebidos los instrumentos que las contrarrestaran y resolvieran. Los “Cascos Azules” disponían de asientos en el “ring side” sin subirse al cuadrilátero. Satisfacía el precepto de la historia militar de aprender de la experiencia ajena.

A MODO DE CONCLUSIÓN

La República Argentina ha conquistado un prestigio al que no puede desconocer ni del que pueda renunciar, es su pasado. Adquirió la responsabilidad que le da su éxito en un denominado “Síndrome de «… un médico en la sala?!»”; aquél que, en caso  de ocultarse, cometería un pecado humillante, faltando al juramento hipocrático y la propia ética del profesional de la salud le imponen no sustraerse al llamado de asistencia, Argentina no puede desoír su responsabilidad de una actuación de excelencia, ininterrumpida y eficiente en el difícil “club” de los peackeepers del mundo. Su trayectoria, aunque recientemente malograda o su renuncia a ella o desoírla daría cuenta de un país insensible a los dramas humanitarios mundiales a los que nunca, antes, le dio la espalda: como el episodio del “Torpedero Tucumán” [18] o la asistencia a la España hambreada. Esa fisura, esa fractura o quebranto se ha agudizado recientemente [19] evidenciando el alejamiento asumido a las políticas de Seguridad Internacional y Mantenimiento de la Paz implementadas por el organismo mundial.   

ÁFRICA

La intraestatalidad de los conflictos queda demostrada en la naturaleza misma de las guerras que afectan a las sociedades contemporáneas. Casi el 95% de ellas son internas como lo demuestra la gráfica elaborada por el CEDIR (Anexo A- 1). Esta intraestatalidad devino en el diseño de operaciones de paz con mandatos robustos que incluían reglas de empeñamiento que excedían el marco de la autodefensa de los uniformados incluyendo la protección de civiles y sin el acuerdo (obvio) de las partes, aspecto contemplado en el denominado Capítulo VII de la Carta de San Francisco.

Pero esta mutación del conflicto armado no se ha detenido y, atomizado en violencias dispersas, inasibles e incatalogables; ha desafiado la propia prevención pacífica o la mitigación de los mismos. Las Guerras ya no son guerras sino Conflictos Armados Internacionales o Conflictos Armados No Internacionales. Por ello las Misiones de Paz no solamente debieron mutar sucesivamente hasta llegar a las de tercera generación sino que en su derrotero atravesaron cambios, reconversiones y adaptaciones como la iniciativas, Brahimi,  Capstone , New Horizon, HIPPO[20], etc. . Hoy África absorbe el 85% del capital humano empeñado por los países contribuyentes de ONU. La identificación de “intraestatalidad” según Schafer & Jones supone reconocer entidades subestatales que no forman parte del sistema internacional. Tampoco se trata de mini o micro estados, pseudoestados , colonias o territorios ocupados,

Se volvieron intraestatales y África es un muestrario de ellos. Esta gráfica refleja guarismos quinquenales, permitiendo inferir que desde la caída de la bipolaridad que marcó el inicio de una nueva era de misiones de paz en el mundo, se ha producido un incremento del 235% de países contribuyentes y de un  979% de efectivos (uniformados) desplegados. Más del doble de países involucrados pero 10 veces el número de capital humano comprometido.

HAITÍ

Regreso con gloria. Esta nueva matriz en la solución de controversias se desplazó al África americana como suele ser llamado el país caribeño. Este estado fallido constituyó un paradigma de cooperación latinoamericana que indujo a una América solidaria, inicialmente en el “Grupo de Amigos de Haití” y luego en el compromiso de contribuir con la MINUSTAH en la que Argentina cedió su protagonismo histórico a manos de Brasil impulsado en su convicción de aspirar a ocupar de modo permanente la mesa de decisiones del organismo multilateral. El cese de la Misión MINUSTAH o su transferencia a la MINUJUSTH, nos habla de una “misión cumplida”.

Cercano al contrasentido, los haitianos ahora están mal… pero mejor que hace 13 años. Con autoridades por ellos elegidas aunque con una  retahíla de déficits institucionales espeluznantes, como lo fuera el número de candidatos presidenciales dispuestos a suceder a Martelly[21] en los inicios de 2014: 11.000 y 500 partidos políticos.

Es de esperar que sigan desarrollándose nuevas generaciones de misiones de paz (4ª, 5ª…), tantas como ciclos innovadores de violencia (como el ya nombrado “salvajismo”) surjan. De un mismo modo la configuración de instancias intermedias entre lo puramente militar con lo solamente policial pareciera abrirse paso en un mundo en que las “BACRIM” (Bandas Criminales) y otras entidades adláteres ocupan ese intersticio que, en Argentina, constituye un abismo de vulnerabilidad autoinfligjida por el denominado “Principio de Demarcación” impulsado por el CELS y la cadena de académicos e intelectuales que adhieren a sus postulados.  En las antípodas de esta postura y obtenida con esfuerzo y no sin sangre, Hilde Frafjord Johnson, ex jefa de la Misión del Organismo Mundial en Sudán del Sur y responsable de un panel independiente, presentó en junio de 2016 al Secretario General de entonces un modelo en lo siguiente:

1.        mandato flexible  (adecuado a los países anfitriones)

2.        desembarco” inicial incrementado en la misión (shock hasta estabilidad) con gradual transferencia a las policías nacionales,

3.        Mayor incidencia de especialistas y equipos con capacidades adicionales en lugar de monitoreo.

4.        Ayuda en la reinstitucionalización policíaca local y más entrenamiento a largo plazo    

Haití permitió demostrar que los lazos que da la sangre no los da el comercio. La UNASUR política superó al MERCOSUR aduanal, pero con mayor institucionalidad en Defensa (y en Argentina); nació de los sucesivos encuentros de los mecanismos 2x4 a 3x9 de ministerios responsables y países preocupados.[22]

COLOMBIA

Cuando para fines de 2015 Edmond Mulet, desde la sede en New York advertía la inminencia de una misión de pacificación para un conflicto de naturaleza intraestatal en un país americano “en el que sus instituciones democráticas” estaban con plena vigencia, parecía surrealismo. El llamado a participar y COMPROMETERSE era orientado a países no limítrofes, sudamericanos con experiencia y prestigio. La designación de un comandante argentino para una misión en la que, también, el contingente mayoritario recaía en la misma nacionalidad ha sido una prenda de confianza no suficientemente valorado y difundido.

Estos desafíos de arquitectura inédita, seguirán surgiendo en una espiral al infinito y requerirá mentes abiertas a aceptarlo, superando prejuicios y especulaciones apresuradas.

Las alicaídas Fuerzas Armadas en Argentina se hayan en el umbral expectante de más y más desafiantes roles. Su dimensión de compromiso es el exterior, ese exterior desconocido desde el cual provendrá (esperemos más tarde que temprano) tanto las agresiones amenazas a conjurar

Habla de un “…a nuestro entender habla de un “poco aprecio” por las instituciones pero centralmente por las personas, por los hombres y las mujeres que componen nuestras FFAA.

Este poco aprecio y esta poca valoración del servicio que Uds. le brindan a nuestro país, creemos que es lo que fue motivando muchos problemas de desencuentros y de falta de reconocimiento y de trabajo en equipo y que creo que es la principal deuda de los últimos años que tiene que ver con poder reconocer esa tarea, agradecerles por esa tarea, agradecer a sus familias… y nosotros queremos ser bien claros como primer mensaje reparación en todo caso que es que nosotros venimos con otro mensaje, claramente, creemos firmemente en el rol de las FFAA en la democracia que es un rol muy importante, es un rol no solo estratégico sino un rol operativo muy importante…”

 Una nota publicada por el diario La Nación, el sábado 7 de junio de 2014, con la firma del periodista Martín Dinatale, daba cuenta de una carta enviada al Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) por un conjunto de académicos e intelectuales argentinos expresando su preocupación por el empleo de drones en la Argentina y la Unasur.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Es indudable que la República Argentina ha decidido abrirse al mundo, involucrarse con la agenda global y responder a una trayectoria, aunque zigzagueante en el pasado aunque pionera, en el último cuarto de siglo. Urge pues “servir” a las expectativas que, sobre ella surgen en el mundo. Un reconocimiento explícito emitido, singularmente por muchas personalidades de la política mundial.

Los factores en los que se divide el poder central de un estado siguen siendo, básicamente, tres: Político, Económico y Militar. Se podría agregar la diplomacia en el primero, el científico-tecnológico en el segundo y el social en los tres.

Ellos no son más que la instrumentación de sus gestos en el contexto de una interdependencia global (neofuncionalismo) asfixiante o enriquecedora: según la postura que adopte el gobierno en marcha.

Los punto de contacto de las unidades soberanas pueden darse en todos o cualquiera de las dimensiones descriptas (como los axones neuronales, como el enlace covalente que permite la estabilidad molecular). La actitud aislacionista que primó por décadas y que definió las etapas

Un intermitente, sustancial permanente insistente y procaz menosprecio menoscabo por la dimensión de la defensa fue el indicador común simultáneo y concomitante al período del auge populista sudamericano. El populismo socavó en beneficio del conjunto masificador anónimo el mérito personal, el desarrollo individual la superación personal la excelencia del individuo, la competitividad necesaria que la vida, la vida biológica, exige darwinianamente.

Las misiones de paz constituyeron un santuario para la preservación de las Fuerzas Armadas en países que, como el nuestro, su menoscabo traducido en asignaciones presupuestarias paupérrimas las llevó al borde del colapso. (Los guarismos los ofrece tanto el Banco Mundial cuanto el SIPRI)

Por sobradas razones un pasado luctuoso tiñó de escepticismo al rol militar que pasó a ser considerado el enemigo interno conspirador de los designios históricos arrogados como propios por la elite gobernante. 1930 fue consecuencia y no causa de un mundo y una Sudamérica sumida en aventuras golpistas.

En estos mismos momentos un equipo (simbólico) de oficiales argentinos se desplaza a ocupar su plaza en el estado mayor de la MINUSCA (República Centroafricana). 51 muertes en tres años la posicionan como una de las más peligrosas.

Ello debe ser traducido en el empleo inteligente de un medio de cambio que no solo beneficia al habitante africano sino a las metrópolis que, como la francesa, tan han facilitado el debilitamiento de estos estados ignorados. Pero la gira papal de 2015 y la conmemoración del día de Naciones Unidas en 2017 con la presencia del SG Antonio Guterres quien confirmó  que era “hora de acabar con la violencia y consolidar la democracia”

 


ANEXO A. 1- CUADRO EVOLUTIVO DE LA NATURALEZA DE LOS CONFLICTOS ARMADOS 1816-2007

                   2- GRÁFICO DE LA EVOLUCIÓN QUINQUENAL (1991-2016) DEL RANKING DE LA PARTICIPACIÓN CUANTITATIVA ARGENTINA COMPARADA CON LOS PAÍSES DE LA UNASUR EN MISIONES DE PAZ


ANEXO B. CUADRO EVOLUTIVO DEL RANKING DE LA PARTICIPACIÓN CUANTITATIVA ARGENTINA COMPARADA CON LOS PAÍSES DE LA UNASUR EN MISIONES DE PAZ DE LA ONU CON CONSIGNACIÓN QUINQUENAL DE:

·           PRIMER PAÍS CONTRIBUYENTE DEL AÑO CONSIGNADO, EFECTIVOS OFRECIDOS Y SU INCIDENCIA PORCENTUAL SOBRE EL TOTAL MUNDIAL.

·           NÚMERO DE PAISES CONTRIBUYENTES (37/70/90/107/115/124) CON TOTAL PROMEDIO DEL AÑO

·           PORCENTAJE DE APORTACIÓN Y TOTALES DE LOS PAÍSES DE LA UNASUR Y ACUMULADO



[1] IEERI “Alineaciones: Teoría del damero” Febrero de 2010. Apostilla Internacional. Disponible en http://www.ieeri.com.ar/apostillas/apostilla-int7.php

[2] Acuña, M. L., & Runza, R. (2005). Hacia la modernización del sistema de defensa argentino. Altamira. 

[3] Laclau Ernesto & Mouffe Chantal (1985) “Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia”. Edit Letra e. Madrid. Disponible en http://perio.unlp.edu.ar/catedras/system/files/laclau_hegemonia_estrategia_socialista_3.pdf

[4] “Una de las principales responsabilidades del Estado es cuidar la seguridad de los argentinos. Nos encontramos con un Estado débil, con fuerzas de seguridad mal equipadas, mal remuneradas, mal entrenadas y mal tratadas. Un Estado con poca o nula capacidad de investigar y prevenir. (T. 12:12)

[5] NdA: La frase, en realidad, remataba con la interjección “…estúpido.” Que la propaganda política reclamaba.

[6] NdA: Un Anastacio Somoza que, ya en el ostracismo del santuario dictatorial paraguayo de Stroessner, halla la muerte en una emboscada urbana al disparo de un cohete (RPG) lanzado por un argentino en Asunción: Enrique Haroldo Gorriarán Merlo (alias en la "Operación Reptil"), por un grupo guerrillero argentino denominado Ejército Revolucionario del Pueblo.

[7] EnciclopÆdia Britannica.com. Disponible en  https://www.britannica.com/biography/Anastasio-Somoza-Debayle

[8] Dell’Amore,  Christine (2006). Art “A Soldiers story” Smithsonian Magazine. February 2006 Fotografía de Chris Hondros (Getty Images). Disponible en  https://www.smithsonianmag.com/history/a-soldiers-story-109690958/   

[9]  Discurso del PEN en la Asamblea de las NNUU http://enaun.mrecic.gov.ar/es/content/amenazas-la-paz-y-la-seguridad-internacionales-causadas-por-actos-terroristas-24-de-septiemb

[11]VIANA, Carlos (2006) “ El escenario político sobreiluminado” -Editorial 1884- Volumen Nº 784.

[13] NdA: Se trataba, por entonces, de una cartera a cargo de una mujer, que respondía a un Poder Ejecutivo encarnado en otra mujer y ambas de sutil militancia feminista. Que llegara a la taxativa ordenación de una mujer al grado de general.

[14] BLANCO RODRÍGUEZ Benigno y MESEGUER VELASCO Juan (2011). “Familia: los debates que no tuvimos”. Ediciones Encuentro. ISBN 9788499200965. Disponible en  https://www.youtube.com/watch?v=4FQzejcvn8k

[15] "Memorándum del Estudio de Seguridad Nacional número 200", o NSSM 200 (Nacional Secreta Susy Memorándum 200) http://es.catholic.net/op/articulos/53336/cat/267/el-informe-kissinger-y-el-abominable-crimen-del-aborto.html

[17] NdA. La definición dada por el Ministro Rossi en la “Conferencia de Defensa y Recursos Naturales” de junio de 2014 en Buenos Aires  organizada por el CDS/UNASUR ha sido más esotérica o surrealista que una expresión digna de un país de mediano desarrollo.

[18] Ver “La misión naval Argentina puso a seguro 1940 vidas humanas durante la guerra civil española.”  http://defensanacional.argentinaforo.net/t8730-la-mision-naval-argentina-durante-la-guerra-civil-espanola

[19] Cundins E. “Una década de misiones de paz”. Anuario ISIAE 2014. (20º Aniversario) CARI. Bs As.Pag 111.

[22] 2ó 3 ministerios de 4 a 9 países Cancillerías y Defensa-luego Seguridad y  UNASUR excepto Venezuela, Surinam y Guyana.

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