Una entrega especial. Un programa que debe ser desdoblado pues la semana
se halla coronado de días memorables. Los programas 1389 a 1392 tapizarán
nuestras entregas de lunes y jueves feriados o asuetos.
Iniciando el 22 de mayo con el recuerdo de las inquietudes y
convocatorias a un Cabildo Abierto, premonitorio del día de inicio de la real
Guerra de la Independencia. No tan solo el de la Revolución porteña de 1810, la
que dio pie a que una fuerza de despliegue rápido insipiente y casi improvisado
fuera convocada con la firmeza y la decisión que hoy no habría.
Con rapidez de reflejos, propios de quien “Se levanta a la faz de la
Tierra (como) una nueva y gloriosa Nación, ” era imprescindible reforzar el músculo
patrio a cualquier costo y, de ello, ese 29 de mayo de 1810 la Primera Junta
por entonces transformó aquellos batallones milicianos existentes (y otras
unidades menores) en regimientos, NACÍA ASÍ EL EJÉRCITO ARGENTINO.
213 AÑOS MÁS TARDE CASCOS AZULES RINDE HOMENAJE A AQUELLOS PROHOMBRES
QUE SÍ SUPIERON CÓMO DEFENDER A ESE INSIPIENTE EMBRIÓN DE REPÚBLICA.
Fragilizada y tambaleante, sus primeros pasos fueron los de sus soldados
y en la que se supo ordenar esa Fuerza de Despliegue Rápido como la denomina
nuestro querido General Sergio “Gallego” Fernández (el nuestro no el castrista
ya fallecido) en un rayo que esparció la LLAMA DE LA LIBERTAD POR TODA AMÉRICA.
LIBERTAD INSISTO, ERA LA CONSIGNA.
Reunido y adiestrado ese pronto ejército (del Norte), se inició la
marcha desde el Retiro a las 14 horas del VIERNES 6 de julio de 1810 alcanzando
Monte Castro y acampando a tres leguas de Buenos Aires DONDE FUERON revistadas
por la Junta en pleno lunes 9.
Era una decisión política, el involucramiento y el sostenimiento de la
empresa militar.
En apenas 42 días la decisión de un pueblo se materializaba en la
acción, el músculo militar estaba pronto.
El 12 de julio las tropas comenzaron la marcha por el Camino Real en
ruta a Córdoba para hacer frente a la Contrarrevolución de Córdoba comandada
por el ex virrey Santiago de Liniers. Ortiz de Ocampo llevaba precisas instrucciones,
cuy a conclusión todos sabemos. Hipólito Vieytes, ejercía el mando político y
el mando militar estaba sujeto al mando político. La política daba el ejemplo
liderando la empresa. El Comandante General recayó en el Coronel de Arribeños
Francisco Ortiz de Ocampo (riojano, comerciante y baqueano), secundado por el
Teniente Coronel Antonio González Balcarce, formado en apresurados dos meses.
El auditor de guerra fue Feliciano Antonio Chiclana.Compromiso y cobertura
jurídica acompañaron. Consultado en Archivo “REVISTA DE LA JUNTA DE HISIORIA
ECLESIASTICAARGENTINA” Ed. Huarpes http://www.jhea.org.ar/archivum/Archivum.02C1.pdf
Pareciera que el filósofo de la guerra, Gaston Bouthoul (1896- 1970),
nos lo estuviera recordando. En efecto el padre de la polemología nos dice que
para entender aún mejor que “la guerra es un inexorable fenómeno
socio-político”, la Paz también lo es. Guerra y Paz, consecuentemente, son dos
grandes temas de la Ciencia Política mucho antes que el de la ciencia militar
que necesariamente -a nivel posgrado- debería desdoblarse en dos ramas de
conocimientos alternativos: las Relaciones Internacionales, que por vía de la
diplomacia retienen la Paz a través de la Comunicación Política -la negociación
y el diálogo ó, cuando la comunicación no es viable y los objetivos en juego
son vitales, necesariamente se recurre a una prueba de fuerza: a la guerra,
como mal necesario para alcanzar una nueva Paz que hemos citado como la Paz
posible Se ingresa así al campo de la Polemología.
Jean Guitón Gastón Bouthoul
29 de mayo también se conmemora el Día Internacional del Personal de Paz
de las NNUU. https://www.un.org/es/observances/peacekeepers-day
La paz empieza conmigo
75 años de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas
El personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas lleva 75
años salvando y transformando vidas en las situaciones políticas y de seguridad
más frágiles del mundo. Desde 1948, más de dos millones de efectivos civiles y
uniformados han ayudado a los países en la transición de la guerra a la paz.
El personal de mantenimiento de la paz trabaja, conjuntamente con las
comunidades locales, para facilitar soluciones políticas, prevenir conflictos,
proteger a los civiles, reforzar los derechos humanos y el Estado de derecho, y
construir una paz sostenible.
Los desafíos a los que se enfrenta el personal de mantenimiento de la
paz son mayores que nunca. Las tensiones mundiales van en aumento, los
conflictos son cada vez más complejos y la proliferación de información errónea
y desinformación obstaculiza su labor y amenaza su seguridad. Aun así , el
personal de mantenimiento de la paz no ceja en su empeño por perseverar, junto
con muchos socios, en la búsqueda colectiva de la paz.
Con el lema de este 75 aniversario, "La paz empieza conmigo",
reconocemos el servicio y el sacrificio de las fuerzas de mantenimiento de la
paz pasadas y presentes, más de 4200 de las cuales han perdido la vida bajo la
bandera de las Naciones Unidas. También rendimos homenaje a la resistencia de
las comunidades a las que servimos, que siguen luchando por la paz a pesar de
los numerosos obstáculos.
Esta campaña es, además, un llamamiento a todas las personas para que se
unan al movimiento mundial por la paz. Individualmente, nunca tendremos éxito.
Pero, unidos, podemos ser una poderosa fuente de cambio.
https://www.un.org/sites/un2.un.org/files/styles/large-article-image-style-16-9/public/field/image/swedish-marines-in-mali-2018.jpg
El mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas comenzó en 1948,
cuando el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de observadores militares
de las Naciones Unidas en el Oriente Medio.
Dicha misión tenía como objeto vigilar la observancia del Acuerdo de
Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes, operación que recibió el nombre
de Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua (ONUVT).
Desde entonces, las Naciones Unidas han desplegado en distintas partes
del mundo , 57 de ellas desde 1988. A lo largo de los años, han participado en
estas operaciones de mantenimiento de la paz cientos de miles de efectivos
militares, así como decenas de miles de policías de la ONU y civiles de más de
120 países.
Más de 3326 miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz,
procedentes de unos 120 países, han perdido la vida en acto de servicio bajo la
bandera de las Naciones Unidas.
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