Una propuesta intensa,
controversial, desafiante. Una cultura
desaprovechada, un know how disponible, económica y presto a colaborar y
facilitaría el asesoramiento a las autoridades que así lo demanden. Una
experiencia vívida que vuelve hacia el país acrecentada, una inversión, que,
hasta la fecha, no ha sido aprovechada.
Todo ello forma parte de este
déficit de protagonismo, de vacío hacia lo militar, ese deliberado
desconocimiento de activos disponibles que bien podría sumarse al esfuerzo
nacional sea para el desarrollo, de la pacificación interna de un país
agrietado y escarnecido o para la inserción de la República Argentina en el
mundo.
Carlos Pissolito, analista
internacional, responsable del sitio Santa Romana y ex director del Centro
Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz nos refiere sobre
la Geopolítica de la corrupción y sentencia al referirse a los sucesos de
Medio Oriente “no se puede hacer la guerra sin Egipto ni la paz sin Siria”.
Fernando Pietrobelli nos acompaña a
desandar los caminos donde se produjeron las matanzas en Duma cercana a Damasco
y la serenidad, aunque tensa de la llegada de nuestro nuevo contingente de
Observadores a Medio Oriente.
Pasamos a Colombia y el orgullo de
escuchar a Atilio Melgarejo, su aplomo, serenidad y profesionalismo cuando
corrige, con rictus de severidad los términos que, adecuadamente, deben
decirse en lugar de “reinserción” sino reincorporación…respetuoso de los
“farianos” en búsqueda de una paz putada. Atilio a cargo de 45 observadores
de Chile, Argentina, El Salvador, Honduras, Bolivia, Paraguay, España y
británico, el profesionalismo del último y el mutuo respeto ganado. Con un
fondo de algarabía y distención, un grupo de argentinos en Bogotá dio la
bienvenida a este “corresponsal” Casco Azul que intentó arrimar la calidez e
la Patria a esta “sucursal” de ella a 8.000 kilómetros.
La realidad colombiana nos desafía,
desafía los límites de la tolerancia y la creatividad en búsqueda de
soluciones desesperadas a casi 60 años de violencia. Algunos no se avendrán a
un nuevo status el del soldado raso, el que abandona las armas...el que deja
las armas por que requiere...necesita
un pedazo de terreno para poder desarrollarse. Evidentemente el valor
de la tierra en Colombia es superlativo… y por ella se vive y se mata. El
relato nos traslada a hechos y anécdotas la suspicacia de enfrentamientos y
una responsabilidad desafiada como lo fuera la charla con el legendario
guardaespaldas del mono Jojoy, y un sinnúmero de otras anécdotas.
Otro director del Centro Argentino
de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz, queda reflejado en su
discurso de despedida. Le damos el adiós y las gracias a Néstor Dambra.
Por otro lado…ya somos 325 en lugar
de 467...somos menos, en un déficit global de 30.000 cascos azules que
requiere el ente internacional para hacer frente a las misiones de paz,
sobretodo en África,
Cierra el aporte agudo y preciso
que nos brinda Fernando Pietrobelli cuando exalta que no solo lo
cuantitativo….África y su desafío… nos desafía.
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